Entre las calles Primera y Segunda, sobre la Av. Revolución y conectado a la Plaza Santa Cecilia, se encuentra “La Villa Colonial”, un pasaje escondido, decorado con arquitectura antigua, lleno de curiosidades y color que te lleva a un viaje al pasado de la historia de Tijuana.
El Historiador, encargado del Museo de Historia de Tijuana, José Fernando Escobedo de la Torre mencionó que el primer negocio relevante antes de convertirse en un pasaje en los años 40, fue el “San Francisco Café”, el cual inició en 1920.
Pero para el año de 1924, el arquitecto de origen holandés, Martin M. Ravenstein lo convirtió en un centro de espectáculo lujoso con escenario, pista de baile, un casino y lo mejor en cuestión gastronómica, el cual era visitado por famosos y grandes artistas de la época.
Señaló que tras la depresión económica en los años 30 se vino abajo el turismo, por lo que los negocios empezaron a decaer y poco a poco se pierde el glamour y el espectáculo del lugar.
Más adelante, en los años 40 el empresario Eugenio Rodríguez Ávila adquirió el espacio y en 1943 inaugura el pasaje con el nombre “Villa Colonial”, con un estilo de hacienda y comenzó a vender productos de importación y perfumería.
Actualmente, el pasaje se mantiene activo y conserva parte de su estructura original, como sus candelabros, terrazas y una fuente que siguen siendo las mismas desde que se fundó.
Además, en su interior se pueden encontrar una gran variedad de curiosidades, ropa tradicional mexicana y artesanías 100% echas a mano para llevar como un recuerdo de Tijuana.